El amor da felicidad y la felicidad da vida

De cabellos entrecanos , pieles arrugadas  emergen dulces sonrisas y   miradas diáfanas;  cual compás musical que incita a la paz y a la ternura de escuchar su suave melodía. Esa es la más cercana descripción de los jubilados del IESS de  Guayaquil y Quito que participan en los talleres y clubs recreacionales. 

En Guayaquil...
En la ciudad de Guayaquil, exactamente en la terraza del Hospital Teodoro Maldonado Carbo,   al ritmo de un, dos,  tres descansen,  hacen ejercicios; otros  en la caminadora parecen  prepararse para una maratón;   y,  como queriendo ganar una competencia de bici cross, practican  bicicleta un considerable grupo de mujeres; a todo esto les acompaña la música  Daddy  Yankee que permite a los aficionados a la bailoterapía, girar, dar vueltas, subir, bajar sus brazos y piernas.
Berenice  Ángulo nacida  hace 81 años en Esmeraldas,  jubilada del IESS  relata que  hace año y medio perdió a su esposo, eso le causó mucha depresión y soledad;  lógicamente como luchadora que es,  no podía  dejarse abatir ;  ahora,  diariamente acude a realizar ejercicios físicos, por prescripción del médico fisiatra del IESS;  es diabética, adolece de hipertensión y tiene prótesis en sus dos rodillas.

"Los ejercicios no solo me mejoraron también ,  me han dado alegría  me siento viva, alegre,  he hecho amigas , con quienes comparto mis  penas y alegrías, una que otra vez  compartimos  los  recuerdos de juventud y  sin recelo los secretos de cocina".

En Quito...
Una similar historia, nos relata  Florcita .... quien vive a 2800 metros de altura, en la capital de la República, esta mujer menudita, madre de 5 hijos y abuela de 12 nietos;  acude al  Centro de Atención Ambulatoria del IESS-Cotocollao en Quito; lamenta mucho la pérdida de su esposo hace 4 años, lo que la llevó a  depresión  y posteriormente  casi perdió la visibilidad de su ojo izquierdo. "Al principio dice no quería nada con la vida, poco a poco he ido saliendo; hoy acudo  casi a diario al Centro del Salud del IESS en Cotocollao, para distraerme y hacer ejercicios lo que hace que me olvide momentáneamente el dolor que llevo por dentro,  pero que día a día se va mitigando, puntualiza.

Adriana Galarza, presidenta del "Club Social de la Salud", del CAA-Cotocollao,  nos indica que  250 personas forman parte de este grupo de jubilados y pensionistas de montepío, de ellas 230 somos mujeres y 20 hombres.

De lunes a viernes,  hacemos, ejercicios físicos, bailo terapia, taichí,  danza y canto,   lo hacemos no solo por mantenernos activos, sino por recomendación  médica.  Por lo tanto no solo que  mantenemos un buen estado de salud sino del alma, ya que  "sembramos amor para conseguir amor y el amor da felicidad y la felicidad vida", concluye.
Mujeres y hombres  como ellos que no le temen a la edad ni a las arrugas son un verdadero ejemplo de vida;  solo llevan de jubilados el nombre pero no la actitud