Quito, 28 de abril de 2022

En un acto solemne, 72 internos rotativos de medicina y enfermería de varias universidades de Quito y Cuenca, culminaron con éxito su año de rotación por los distintos servicios de las áreas clínicas y quirúrgicas del Hospital General Quito Sur, a fin de complementar su formación académica y profesional.

La investidura de la tan anhelada "bata blanca", junto con la imposición de la "respetable cofia", fueron los simbolismos que llenaron de orgullo y alegría a los graduados y sus familias.

Andrea Prado, gerente general, en sus palabras de bienvenida, exaltó el valor del significado de ¿vocación de servicio' a la que el personal de salud debe estar dispuesto a enaltecer y no olvidar. "Cuando un ser humano decide trabajar en salud, adquiere de forma implícita el servicio a los demás, la ¿vocación de servicio', esa que permite involucrarse con el entorno del paciente, y la satisfacción del deber cumplido", recalcó, Prado.

Por su parte, Paulina Morales, coordinadora de enfermería, enfatizó en el cuidado que representa la enfermería en la mejoría y relación del paciente. "No basta con ver, hay que escuchar, hablar y sentir, hay que humanizar", comentó, Morales, en su intervención.

La interna de medicina, Cristina Chacón, y el interno de enfermería, Nelson Salazar, durante su participación, agradecieron al hospital, tutores y compañeros de rotación por todas las lecciones aprendidas durante este año, especialmente porque tuvieron la posibilidad de enfrentarse cara a cara al manejo de pacientes COVID-19, lección que cambió su forma de ver a cada una de sus carreras.

El dato:

- Los internos rotan en las áreas clínicas (gastroenterología, medicina interna, cardiología), áreas quirúrgicas (cirugía general y traumatología), gineco¿obstetricia (centro obstétrico, hospitalización y emergencias obstétricas, pediatría y neonatología.

- Reciben tutorías de tratantes del hospital, así como talleres complementarios de laboratorio y suturas.