Regresar del silencio: Marco recuperó la audición gracias a un implante coclear
Quito, 8 de octubre de 2025
"El momento en que me activaron el implante y volví a escuchar se me cayeron las lágrimas". Así recuerda Marco Antonio Carrión, aquel día en que recuperó un sentido que había dado por perdido. Docente lojano, radicado en El Carmen Manabí, sufrió hace tres años un accidente que le arrebató completamente la audición. El diagnóstico fue hipoacusia profunda sin posibilidad de volver a oír.
"Cuando el médico me dijo que había perdido el oído sentí que una parte de mi vida se había apagado. Dejé de escuchar las voces de mis alumnos, el sonido del viento, las risas de mis hijos. Fue un silencio absoluto", relata.
Durante ese tiempo se refugió en su familia. Su esposa fue su apoyo constante y sus cuatro hijos le dieron la fuerza para seguir adelante. Hasta que una noticia cambió su destino: el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín (HCAM) del IESS cuenta, desde hace 19 años, con un programa de implante coclear que ha beneficiado a más de 737 personas, y es referente nacional para quienes han perdido la audición.
"Soy un afortunado, en marzo de 2024 me realizaron la cirugía y ha sido un éxito total", relata emocionado.
El implante coclear es un procedimiento de alta complejidad que permite devolver la audición a niños y adultas con sorderas profundas o progresivas. En el caso de Marco fue el inicio de una nueva etapa.
"Cuando me activaron el implante fue como si el mundo renaciera. Escuchar otra vez la voz de mi esposa, los sonidos de la vida cotidiana, fue algo indescriptible. Sentí que volvía a nacer", destaca.
Hoy Marco ha regresado a su vocación: enseñar. Vuelve cada mañana a su escuela rural donde imparte clases a estudiantes de cuarto y quinto de básica. "Volví a mi aula, a conversar con los niños, a compartir risas, a escuchar sus preguntas. Recuperé mi vida", dice con gratitud.
Agradece profundamente la atención brindada por los profesionales del HCAM y el IESS. "Sin estar asegurado no habría tenido esta oportunidad. Contar con un equipo médico especializado y con la tecnología necesaria ha sido una bendición. El implante coclear ha sido un milagro, me devolvió la posibilidad de escuchar, de sentirme parte del mundo otra vez."
Para Marco volver a escuchar es más que un logro médico: es un renacer. "Ahora puedo enseñar, conversar con mi familia, escuchar música. Puedo contar historias y volver a vivirlas. Es una segunda oportunidad que jamás olvidaré", expresa emocionado, mientras se fusiona en un abrazo con su esposa.