Atención y cuidados especiales para los neonatos

Tecnología de punta e higiene y salubridad constantes en un área física adecuada son la norma en el Servicio de Neonatología del Hospital del IESS Carlos Andrade Marín, en Quito. De esta forma se cumple con las recomendaciones de los organismos internacionales, pero además se garantiza que los recién nacidos no contraigan enfermedades por contagio.

Otra de las normas recomendadas que se ejecuta en este servicio del Hospital Carlos Andrade Marín es el manejo adecuado de los recién nacidos, pues son niños pequeños muy vulnerables. En estos casos, la manipulación debe ser mínima pues ello redunda en una menor posibilidad de transmisión de enfermedades. 

Así mismo se evita al máximo aplicar procedimientos como colocar tubos en las vías respiratorias, en el estómago y hacer punciones venosas para tomar muestras. La  idea básica es reducir al mínimo las invasiones al recién nacido, ya que introducir un elemento extraño representa un riesgo debido a las escasas defensas y a sus debilidades. 

Al respecto, la doctora Yessenia Freire, jefa del Servicio de Neonatología, explica que para el manejo respiratorio en los prematuros, en la mayoría de los casos, se aplica un método que consiste en colocar en la nariz del recién nacido un dispositivo que se encuentra conectado a un equipo. Este brinda un soporte respiratorio adecuado, que permite disminuir el daño del pulmón y evitar el riesgo de infecciones pulmonares.

Área física

El área de neonatología tiene capacidad para 76 neonatos que son atendidos por personal médico especializado y altamente calificado, que permanecen al cuidado de los niños permanentemente, en turnos rotativos, durante las 24 horas del día. 

Actualmente, de los 76 niños que se encuentran hospitalizados, 31 corresponden a la sala de alojamiento conjunto, 17 en cuidados intensivos, 16 en crecimiento y 12 en cuidados intermedios. El 7% de los niños que nacen prematuros permanecen hospitalizados de 2 a 3 meses, hasta su total recuperación. 

Es necesario precisar que si la demanda sobrepasa la capacidad de atención de recién nacidos, se procede a realizar transferencias a hospitales y clínicas con las que existe convenio.

El Hospital Carlos Andrade Marín posee además un área estéril para preparar los medicamentos. Esta actividad la realiza una sola persona. Igualmente cuenta con una sala para la permanencia de las madres, durante el período de lactancia de los recién nacidos que se encuentran hospitalizados en neonatología.