Raúl vuelve a casa, luego de 70 días de lucha contra la COVID 19

Quito, 13 de julio de 2020
El 21 de abril, Raúl M., ingresó por el servicio de emergencia del Hospital General del IESS Quito Sur (HQSur), con sintomatología sospechosa de COVID-19; fue sometido a varios exámenes y pruebas. El resultado final fue positivo; de eso han transcurrido 70 días y ahora recibe su alta hospitalaria.

El paciente de 50 años, fue hospitalizado y permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Durante dos semanas su estado de salud fue crítico; tuvo muchas complicaciones en la cirugía (traqueotomía), por lo que llegó a depender de un traqueoscopio y un ventilador mecánico para poder respirar.

"Es duro estar hospitalizado, sin poder ver a la familia. Agradezco a Dios y al personal de salud que me ha dado otra oportunidad; sus cuidados y dedicación me ayudaron a sobrevivir; les pido también que se cuiden y sigan salvando vidas", mencionó Raúl, visiblemente emocionado.

Las personas que ingresan a Cuidados Intensivos (UCI), por lo general, permanecen dormidas durante largos periodos, mientras los galenos realizan procedimientos. Aquí la paciencia y el tiempo, son fundamentales para su recuperación.

"El aprender de esta enfermedad nos ha llevado a estudiar muchos factores. Hay algo más que suma a la ciencia, la fe y la esperanza. Esto nos enseña que no todo se basa en lo científico; sino también, en la parte humana; y este caso, nos llena de satisfacción, pues el trabajo en equipo, la vocación de servicio y el cariño que se le ha puesto se plasma en su alta después de 70 días", expresó Hugo Espejo, subdirector de medicina crítica del Hospital General del IESS Quito Sur.

Su recuperación cada día, llenaba de esperanza al personal de salud. Los avances eran notorios, despertó, pasó a estar sin el ventilador mecánico durante unas horas, hasta volver a hablar.

Ana Veintimilla, coordinadora de cuidados intensivos adultos, expresó su sentir con mucha emoción: "Hubo momentos que pensábamos que el paciente no iba a responder, fueron días duros, complicados. Fue emocionante la primera vez que abrió sus ojos, es una felicidad que se comparte entre todo el equipo, pues el cuidado durante estos dos meses y medio dio resultados. Es una satisfacción y agradecimiento con la vida, pues, nuestra profesión nos permite ayudar".

Su alta hospitalaria se da al encontrarse estable y en condiciones de continuar en casa con su tratamiento de terapia física y respiratoria, bajo el abrigo de su hogar.