La jubilación por invalidez garantiza las prestaciones y servicios de la seguridad social

Quito, 04 de julio de 2019

 

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS, a través del Sistema de Pensiones, recuerda a los afiliados que, por enfermedad o por alteración física o mental, estuvieran incapacitados para realizar su actividad laboral, pueden aplicar a la jubilación por invalidez.

Para acceder a esta prestación, el afiliado activo debe contar con un mínimo de sesenta imposiciones, de las cuales, seis, como mínimo, deben ser inmediatamente previas y consecutivas a la incapacidad para todo trabajo, como consecuencia de esta actividad laboral.

El afiliado que se encuentre cesante, podrá acceder al trámite de jubilación por invalidez, cuando su incapacidad para laborar se presente dentro de los dos años siguientes al cese en su trabajo; para ello, debe tener un mínimo de 120 imposiciones mensuales. 

El proceso para acceder a la jubilación, empieza con el ingreso de la solicitud, a través de la página web del IESS, en la sección Servicios en Línea- ASEGURADOS-PENSIONISTAS-JUBILACIÓN-JUBILACIÓN POR INVALIDEZ. De manera automática, el sistema le generará una orden de examen médico, que debe imprimirla; y en un plazo de 3 días, recibirá una llamada y/o un mensaje de texto al número de celular registrado, en el que se informará el nombre de la unidad médica a la que debe acudir para la cita programada. 

 

Con los documentos impresos, el usuario debe acercarse a la Unidad Médica asignada, en donde el Médico Calificador de Incapacidad revisará el estado de salud del paciente y posterior procederá a generar consulta con el especialista, quien a su vez, lo valorará y emitirá un informe. 

 

El Comité Nacional Valuador estudia, analiza y resuelve cada caso y, de acuerdo a la condición médica del solicitante, emite un informe, que puede ser: la jubilación inmediata por invalidez, la readaptación laboral, de acuerdo a sus capacidades; o, la entrega de un subsidio, hasta por un año, periodo en el que dejará de laborar y continuará con el tratamiento médico para una eventual recuperación. 

 

Pilar G. de 65 años, es una de las beneficiarias de la jubilación por invalidez. Comentó que se dedicaba a la venta de diferentes productos en la calle, hasta que un día sufrió un accidente. "Se me atrofiaron los nervios del pie, lo que me imposibilitó continuar con mi actividad laboral. Pese a las cinco cirugías que me realizaron, no recobré la movilidad, por lo que solicité la jubilación por invalidez y ahora recibo puntualmente, cada mes, la pensión, que me ayuda para mi día a día".

 

El IESS, a través de la entrega de estas prestaciones reafirma y cumple con su compromiso de garantizar la atención oportuna a nuestros asegurados.